jueves, 27 de octubre de 2011

Problemas propuestos para el mes de noviembre

¿Te atreves?
“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.” Séneca.
Os presentamos dos problemas, hay dos niveles diferentes, uno para 1º y 2º ESO, otro para 3º y 4º ESO.
Tened en cuenta que al resolver un problema, el resultado es tan impor­tante como el proceso que se ha seguido para llegar a él.
Por tanto, valoraremos especialmente las explicaciones sobre el procedi­miento empleado en su resolución.


1º y 2º ESO


1. Shopping.
Antonio, Benito, Cosme y David van a un centro comercial. Uno de ellos com­pra un reloj, otro un libro, el tercero unas zapatillas y el cuarto una cámara fo­tográfica. El centro comercial tiene cuatro pisos. En cada uno de ellos se vende sólo un tipo de artículo.
Antonio hace su compra en el primer piso.
Los relojes se venden en el cuarto piso.
Cosme hace su compra en el segundo piso.
Benito compra un libro.
Antonio no compra una cámara fotográfica.
¿Quién ha comprado cada uno de los artículos y en qué piso?


2. Cada número en su casilla.

Escribe en cada casilla un número del 1 al 8, todos distintos, de manera que ninguno tenga un consecutivo con él, ni en vertical, ni en horizontal, ni en diagonal.


3º y 4º ESO


1. Cambio de teclado 


Los amigos de  Pablo le han gastado una broma y le han  cambiado las teclas de la calculadora nueva, sin decirle nada. Las teclas originales y las nuevas son las que se muestran en los si­guientes dibujos:
Original
 
Modificada

Así pues, si Pablo presiona la tecla en la que hay un 4, el número que en­tra realmente en la calculadora es un 5 que, por otra parte, es lo que aparece en la pantalla. Sin darse cuenta de este desmadre, Pablo mete en la calculado­ra un número primo p de dos dígitos, y otro número primo q de un dígito (uti­lizando lo que él ve, claro) y ordena sumarlos. Sorprendentemente, la respuesta que aparece es ¡la respuesta correcta!
¿Sabrías decir qué dos números primos p y q introdujo Pablo en su cal­culadora?
2. Un caso del inspector Holmes.
El señor Smith, un comerciante londinense, telefoneó a Scotland Yard para decir que su tienda había sido robada. Se capturaron tres sospechosos, A, B, C, para su interrogatorio. El inspector  Holmes estableció sin ninguna duda los siguientes hechos:
a)     Cada uno de los tres hombres A, B, C, había estado en la tienda el día del robo, y nadie más había estado en ella ese día.
b)  Si A es culpable, entonces tenía un cómplice y sólo uno.
c)   Si B es inocente, también lo es C.
d)    Si dos, y sólo dos, son culpables, entonces A es uno de ellos.
e)    Si C es inocente, también lo es B.
¿A quién inculpó el inspector  Holmes?